lunes, 31 de octubre de 2016

La cara oculta y precaria del turismo

Los 18,2 millones de turistas que se espera que visitarán Catalunya este año se llevarán una imagen distorsionada de los restaurantes y los hoteles en los que comerán y dormirán. Los que tienen más poder adquisitivo pagarán por dormir hoy en un hotel de lujo de Barcelona entre 400 y 600 euros de media, casi lo mismo que cobra en un mes la trabajadora que les limpia y prepara la habitación (una 'kelly') con mensajes de bienvenida y el deseo de que pasen una buena noche. Es un ejemplo de la precariedad que sufren muchos de los trabajadores de un sector fundamental en la recuperación de la economía de Catalunya y España y que esconde una cara oculta.
Los sindicatos y los trabajadores afectados hablan de explotación laboral al amparo de las posibilidades que permite la reforma laboral aprobada por el Gobierno del PP en el 2012. Desde entonces, algunas empresas de hostelería y firmas especializadas en la subcontratación de servicios han ido afinando un mecanismo para poder saltarse los sueldos establecidos en el convenio de los hoteles y restaurantes y aplicar rebajas de hasta el 50%. Sin embargo, algunas sentencias judiciales recientes y también algunos acuerdos en algunas zonas han comenzado a frenar el mecanismo en el que se basaba la expansión de la cara oculta y precaria del turismo.
MECANISMO PRECARIZADOR
Ese mecanismo precarizador consiste en la firma de un convenio colectivo propio de la empresa de servicios integrales a la que el hotel o el restaurante subcontrata una parte de su actividad. Gracias a la preeminencia del convenio de empresa sobre los sectoriales o territoriales introducida por la reforma laboral del 2012, las tablas salariales que se aplican suelen tener sueldos ligeramente por encima del salario mínimo interprofesional (SMI) y en algún caso más chapucero, incluso por debajo.
Los perfiles profesionales más afectados por esa artimaña han sido los de las camareras de piso, las empleadas que se encargan de la limpieza y preparación de las habitaciones de los hoteles, así como otros empleos auxiliares.
Pero las afectadas, un colectivo que hasta ahora no aparecía entre los más combativos, han pasado a la ofensiva y se han empezado a organizar a través de los sindicatos y de iniciativas transversales como la asociación denominada Las Kellys, que tiene el apoyo del Col.lectiu Ronda. Pero además de manifestarse frente a algunos de los hoteles que llevan a cabo esta práctica precarizadora, tanto las Kellys como CCOO y UGT han inundado de denuncias la inspección de Trabajo y los juzgados y empiezan a cosechar los primeros frutos positivos de esa estrategia.
LUCHA JUDICIAL
Algunos tribunales y la Audiencia Nacional han dictado las primeras sentencias contra la línea de flotación de la artimaña utilizada al anular algunos de esos convenios nuevos de empresa con tablas salariales muy por debajo de las correspondientes a la hostelería. Los motivos más frecuentes son los problema de forma a la hora de firmar los convenios.
La asociación de Las Kellys, que se desmarca de los sindicatos y critica la utilización de su nombre, ha presentado, a través del Col.lectiu Ronda, más de 30 denuncias en la inspección de Trabajo, otras 15 en los juzgados y prevé continuar con la interposición de demandas con el fin de "presionar para incluir mejoras en los convenios". Asimismo, siguen reclutando y formando a trabajadoras afectadas sobre la defensa de sus derechos laborales.
Los sindicatos trabajan también en intentar vetar la nueva precariedad en los convenios de las empresas de hostelería, siguiendo los pasos de algunos acuerdos de Baleares y Canarias que impiden la subcontratación con rebajas salariales. "Una de nuestras prioridades será incluir una cláusula en el próximo convenio de Catalunya para que las subcontratas tengan que cumplir el convenio de sector y evitar los recortes de un día para otro que están sufriendo muchos empleados", afirma un portavoz de la UGT.

La hostelería es uno de los sectores con más horas extras en negro

Las nuevas rebajas se suman a las antiguas fórmulas de precariedad denunciadas por las centrales sindicales, como los abusos en los horas extras y los falsos contratos a tiempo parcial. La hostelería es uno de los sectores con más horas extras en negro.
"Las horas extras y los falsos contratos a tiempo parcial han proliferado con el aumento de la actividad en las empresas. Es un fraude a los propios trabajadores y al sistema de pensiones", ha indicado Francisco Gálvez, responsable de turismo en CCOO de Catalunya. El 97% de los contratos en precario, más del 40% duran menos de siete días y un 50% son a jornada reducida.

Los sindicatos critican que el repunte de precariedad se produce con un récord de rentabilidad

El sector turístico vive "una paradoja", según el dirigente sindical, ya que el repunte de la precariedad se produce en un momento de récord de rentabilidad, con un aumento del 11,45% en España, y de pernoctaciones en los hoteles, que crecen a un ritmo del 7% en Catalunya y del 8,8% en España. En cambio, el empleo crece solo un 3%. La diferencia esconde la sobrecarga de trabajo de las plantillas y la economía sumergida, según explica el sindicalista.
La cifra de empleados que han sido externalizados en empresas subcontratadas por hoteles y otras firmas del sector turístico puede rondar las 15.000 personas, alrededor de un 30% de las plantillas, según las estimaciones de CCOO.