martes, 18 de octubre de 2016

Un policía nacional se enfrenta a su jefe por devolver en caliente a dos refugiados

Denunció por vía interna que un superior echó para atrás a un sirio y a un libanés que entraron en Melilla, se dirigieron a los agentes de Beni Enzar y les solicitaron protección internacional en España.

Un policía nacional de la frontera de Beni Enzar se enfrentó a un superior cuando éste supueatamente decidió devolver en caliente a dos refugiados (uno palestino-sirio y otro libanés), que arribaron al principal puesto fronterizo de Melilla para pedir protección internacional.
Uno de los rechazados, que finalmente logró entrar en Melilla un día después de ser expulsado sin atender a su petición de protección internacional, aseguró en la oficina de asilo que había sido devuelto a Marruecos hasta en tres ocasiones.
Ocurrió el 22 de diciembre del año pasado, pero es noticia ahora porque, según fuentes policiales, el mando de la frontera que supuestamente devolvió las pasadas navidades a un ciudadano palestino-sirio y a otro libanés casado con una mujer siria y padre de cuatro niños sirios que ya estaban alojados en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), habría sido propuesto para recibir una medalla al Mérito Policial con distintivo rojo. Esta condecoración se concede para dar una recompensa especial a miembros del Cuerpo y lleva una pensión aneja al salario.
Los mandos de la Jefatura Superior de Policía de Melilla estarían al tanto de lo ocurrido con la devolución de los dos refugiados, porque se les informó de ello a través de una “minuta” interna a la que ha tenido acceso El Faro.
Castigado a Barrio Chino
Tras el incidente, el policía que cumplió con su deber denunciando la devolución en caliente fue informado por su superior de que sería trasladado al paso de Barrio Chino, el más conflictivo de la ciudad. Supuestamente también le habría amenazado con quitarle todos los días que acumulaba por compensación de horas.
Finalmente ninguna de las dos amenazas se cumplió. Nueve meses después, el funcionario sigue trabajando en el paso fronterizo de Beni Enzar por donde entra la mayor parte de los peticionarios de asilo.
Los dos refugiados que intentaron entrar en la ciudad (uno de ellos hasta en tres ocasiones) consiguieron acceder a Melilla tras subsanarse “el error” al día siguiente, gracias a la gestión del policía que le paró los pies a su superior.
De lo ocurrido en la frontera las pasadas navidades están al tanto los funcionarios que trabajan en la oficina de asilo así como los traductores y miembros de ONGs colaboradoras, según recoge la “minuta” interna a la que ha tenido acceso este periódico.
No ha vuelto a repetirse
Consultados por este medio, todos han asegurado a El Faro que el incidente no ha vuelto a repetirse. No hay constancia de que ningún otro peticionario de asilo haya sido devuelto a Marruecos tras solicitar la tramitación de protección internacional en Beni Enzar.
Sin embargo, fuentes marroquíes aseguran que la devolución de refugiados sirios es algo habitual y, según ellos, depende del índice de ocupación del CETI. Sin embargo, esta explicación no tiene pies ni cabeza, teniendo en cuenta que, pese a las entradas continuas de inmigrantes de los últimos meses, el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla este año no ha sobrepasado su capacidad máxima, de un millar de residentes. El pasado lunes tenía acogidos 860 inmigrantes, la cifra más alta de 2016.
Fuentes defensoras de los Derechos Humanos en la ciudad han asegurado a El Faro que el hecho de que las ONGs que trabajan en inmigración reciban subvenciones del Gobierno, les limita a la hora de denunciar casos como el ocurrido las pasadas navidades porque “si quieren seguir ayudando a los refugiados tienen que callar”.
Esto explicaría que nadie denunciara lo ocurrido pese a que  en la oficina de asilo muchos estaban al tanto de la devolución de los dos refugiados. Tuvo que ser un policía el que se enfrentara a su superior por rechazar a dos refugiados.