lunes, 8 de mayo de 2017

LA MISERIA QUE NUESTROS POLITICOS NO QUIEREN VER







En una de las dos capitales de Canarias es esta una escena tristemente habitual, ante la inoperancia de un gobierno local que sigue viviendo en otra realidad paralela, con las UTS colapsadas y dando citas con 3 meses vista, obligando a las familias a humillarse en el circo del reparto de alimentos, sin poner en marcha la tarjeta de alimentos que se aprobó en Pleno hace casi 2 años, sin habilitar prácticamente nada de las cerca de 13.000 viviendas vacías que hay en el municipio, delegando en la solidaridad ciudadana el pago de recibos de luz y de agua de muchas familias, con unos presupuestos para servicios sociales muy por debajo de lo que correspondería a los indicadores de pobreza y paro que mantiene la ciudad.


¿Hasta cuándo?